Hoy es domingo donde toca acomodar el bolso de ir a jugar, pero quisiera que ese bolso en vez de ser el mío, sea el de mi papá.
Estar pendiente de que estén todos los utensilios de juego completos, tal y como nos enseñó. Donde sí papá salía del dogout vestido y sin un chiflido previo, sabía que no me había olvidado de nada.
He tratado por años encontrar la mejor forma de tenerlo allí presente en el terreno de juego y no extrañarlo tanto.
¿Saben cuándo siento que mi papá está allí presente? Cuando veo a mi hermano lanzar y sentir la misma satisfacción que sentía cuando veía a mi padre.
Hoy suelo molestarme con mi hermano cuando falla de la misma forma que me molestaba cuando veía a mi padre fallar. En el pitcheo rápido muchas veces los lanzadores suelen perder solos los juegos, por terquedades y por cuestiones del juego, cuando pasa; genera un golpe de frustración y más si se trata de tu padre o hermano.
Erick, mi hermano, ha trabajado día a día para trasladar un legado, y ese ha sido a través de su mejor lanzamiento hoy, “el bebé”.
El bebé le decimos al cambio de velocidad o “change up” en inglés, y la razón es porque así lo bautizaron en Maracaibo por allá por los años 2000; cuando el canadiense Jeff Cameron buscando una forma de explicarle a mi papá la manera de cómo él lo lanzaba le dijo: “debes mover el brazo como si tuvieras un bebe” a partir de allí mi papá comenzó en la búsqueda de hacer “el bebe” suyo logrando con su trayectoria que la gente y sus amigos que estuvieron presente allí, le pidiera un cambio de velocidad diciéndole “chaparro tírale el bebé”.
Luego de once años desde que mi padre partió, la gente observa ese pitcheo en mi hermano y lo primero que hacen referencia es al “bebé” manteniendo viva esa historia del Internacional Chaparro.
Fue tanto el amor que tenía mi padre por el pitcheo que nunca paró de buscar la forma de perfeccionar ese lanzamiento, siempre le hacía énfasis a los pitchers, de lo importante que era aprender a lanzar un buen cambio de velocidad, ese es uno de los consejos que tomó acertadamente mi hermano y buena manera de demostrar que mi padre no estaba equivocado en la obsesión por dicho lanzamiento.
Gracias papá por haber enseñado a mi hermano y permitirle que él lance la versión mejorada del “bebe” y así poder seguirte sintiendo a través de ese pitcheo.
Gracias hermano por permitirme disfrutar de tu dedicación, talento, y el amor gigante de papá a través del deporte.
Nota: Ender Chaparro Jr